domingo, 8 de febrero de 2015

Otros esquemas económicos.

A veces resulta muy difícil ver la realidad que se vive cada día. Muchas veces porque está oculta tras muchas capas de presunción y mentiras, y otras muchas: porque no se quiere ver, porque no se quiere reconocer y la mayoría de las veces porque no nos afectan directamente.

El otro día, paseando por las calles de mi pueblo, veo que han vuelto a abrir por enésima vez una pescadería que lleva desde siempre en una esquina de la Avenida Comercial. Una chica joven está detrás del mostrador y se adivina que se está tratando de ganar la vida por su cuenta. Entré y compré un par de cosas para comerlas en el día. A mi estás situaciones me producen un dolor imposible de creer si lo cuento.
En un momento me echo mis cuentas: la chica no va a subsistir y su calvario va a durar poco más de seis meses: hasta el verano.
En estos meses va a generar algo de dinero.
¿Quién se va a llevar el dinero…?
El ayuntamiento. Cobrará antes de abrir: permisos de obras y apertura, contribuciones y varias tasas de basuras aparcamiento etc.
El rentero. Antes de abrir ya ha cobrado una fianza y le habrá exigido un aval y seguramente le habrá exigido un tiempo mínimo.
El banco. Apertura de cuentas, bastanteos, tarjetas, acceso a Internet, terminal cobro electrónico, comisiones, intereses, excedidos…  
El asesor. Inicio de actividad asesoría fiscal laboral financiera, sistema informático de gestión, contabilidad y papeleos sin fin.
El Estado. I.V.A. Retenciones de I.R.P.F. Licencias de aquí y allá.
Ya no quedará nada para ella. Solamente le quedará la trampa que se abrirá bajo sus pies sin que pueda darse cuenta y que tratará de tapar con su honradez y dignidad y con su trabajo durante tiempo.
Con estas situaciones y realidades que nos encontramos a la vuelta de cualquier esquina son con las que hemos que romper. La solución no puede estribar en personas que en su necesidad de salir hacia delante, personas que son las más admirables de todas con las que nos hallamos, tengan que hacer frente a unos retos más grandes que ellas mismas, con escasas posibilidades de éxito, que les van a lastrar durante toda la vida.
Y sin embargo el futuro se quiere ver con una claridad meridiana.
 
 
Situación media actual
Producto interior.
1.000.000.000.000.-
Euros.
Población activa.
17.000.000
Personas
Horas día.
8
Horas.
Días año.
220
Días.
Horas año.
1.760
Horas.
Horas trabajadas.
30.000.000.0000.-
Horas año.
Renta mensual.
2.450.-
Euros mes.
Rentas del trabajo.
500.000.000.000.-
Euros.
P.I.B. hora.
33.33.-
Euros hora.
Rentas de trabajo.
16.66.-
Euros hora.
Situación a medio plazo
Producto interior.
1.000.000.000.000.-
Euros.
Población activa.
23.000.000
Personas.
Horas día.
6
Horas.
Días año.
216
Días.
Horas año.
1.300
Horas año.
Horas trabajadas.
30.000.000.000.-
Horas.
Renta mensual.
1.800.-
Euros mes.
Rentas del trabajo.
500.000.000.000.-
Euros.
P.I.B. hora.
33.33.-
Euros hora.
Rentas de trabajo.
16.66.-
Euros hora.
Situación posible
Ineficiencia.
16
% del P.I.B.
Producto interior.
840.000.000.000.-
Euros.
Población activa.
25.000.000
Personas.
Horas día.
4
Horas.
Días año.
225
Días.
Horas año.
900
Horas.
Horas trabajadas.
21.000.000.000
Horas
Renta mensual.
1.400.-
Euros.
Ahorro eficiencia.
500.-
Mes.
Rentas del trabajo.
420.000.000.000.-
Euros.
P.I.B. hora.
37.33.-
Euros hora.
Rentas de trabajo.
18.66.-
Euros hora.
 
Aunque es muy complicado dar valor exacto a estas grandes magnitudes puesto que la contabilidad y la estadística nacional tiene muchas cifras que son muy contradictorias, es este cuadro, en el que cada cual pude poner sus propias cifras, a grosso modo, se puede apreciar el cambio radical que se podría dar en la realidad: consiguiendo la verdadera productividad. En primer lugar se muestra el cambio que se produce solamente con el reparto del trabajo. Y en un segundo lugar el cambio que representaría la abolición de los trabajos inútiles y la suerte de trabajar en función de sus capacidades la población 900 horas al año.
Se habla en coloquios informales qué pasaría si se trabajara menos. La primera pregunta que surge desde el escepticismo y la prevención es si también cobraríamos menos. Tal vez contestaremos sobre cuánto nos ahorraríamos, cuánto necesitaríamos gastar y cuáles son las necesidades que habríamos de satisfacer y cuánto ganaríamos. Una vez calculado estos niveles llegaríamos a contestar que nos sobrará mucho más dinero que el que nos falta ahora mismo. Y cobraríamos todas las personas en disposición de trabajar. Y ganaríamos menos y nos llegaría para más.
Pero lo importante es tener varias certezas:
-  Trabajaríamos más personas.
-  Trabajaríamos menos horas por persona.
-   Sin inventarnos trabajos trabajaríamos un total de menos horas
No obstante a lo que se muestra en el cuadro anterior, es seguro que el día que se reparta el trabajo de una manera más racional, que llegará sin que nadie lo pueda impedir, también se repartirá el mismo dinero en la misma proporción y seguramente se repartirá de la misma manera tan injusta como la que se reparte hoy, en función del trabajo que se realice. También se repartirá menor montante de dinero que nos repartimos ahora, pero con la ventaja de que trabajaremos mucho menos y sin darnos cuenta tendremos más tiempo de vida que eso sí que vale dinero.
Desde la psicología que impregna la sociedad actual, una parte de la población nunca tomaría una decisión de este tipo y lo considerará un dislate con el que pretender que se ponen límites a quienes tienen capacidades muy por encima de las capacidades de los demás. A los que no estén dentro de este espectro, para quienes en el fondo creen en la justicia social, esta puede ser la mayor prueba de justicia social: hacer efectivo el derecho al trabajo y el respeto al futuro de la humanidad.
Hay otro aspecto ante el que también quiero dejar constancia en esta sencilla relación de esquemas económicos. Cuando se habla de una renta mínima universal, una renta básica enseguida se clama al cielo desde la incoherencia porque parece que el dinero vaya a llegar a quien no lo requiere y para quien lo necesita no va a haber dinero.
Vamos a ver una comparación sencilla de lo que puede representar una renta básico en relación a las jubilaciones. Partidas que ya existen ejercicio tras ejercicio y se atienden y que sin ningún temor representan una deuda inmensa que la población tiene comprometida a futuro.
A tal efecto presento ese cuadro.
 
Renta de las familias
500.000.- millones de euros.
Pensiones contributivas
9.000.000 pensiones.
Total pensiones
90.000.- millones de euros.
Sobre el P.I.B.
18%
Pensiones no contributivas
450.000 pensiones.
Total no contributivas
2.000.-  millones de euros.
Sobre el P.I.B.
0.4%
Rentas básicas posibles
1.100.000 rentas.
Total rentas básicas.
8.000.- millones de euros.
Sobre el P.I.B.
1.6%
Total pensiones sobre el P.I.B.
20%
 
El incremento y relevancia de estas rentas básicas en relación a las pensiones existentes hasta la fecha es insignificante. Por mucho que creciera el número de personas que tuvieran derecho a esta renta representan menos que algunas partidas que existentes en las cuentas públicas, por ejemplo pago de la deuda pública a un interés mayor que el que cobra el Banco Central a los intermediarios financieros y que se pagan sin ningún rubor y sin hacer más cuentas.
Yo he tratado de exponer mi visión y explicar de una manera muy sencilla desde los datos que aporta la macroeconomía, Desde estos datos los expertos, con palabras ampulosas y engorrosas y cuatro cuentas que ocupan poco más de medio folio, niegan la viabilidad de cualquier alternativa. Autoridades económicas que en realidad nadie sabe lo que dicen y que tratan de guiarnos por un desierto que estoy convencido que ellos mismo tampoco conocen y en que les arrollan las dunas.